Transitar por las calles de la Ciudad se volvió una misión imposible. Usar el auto es más un problema que una solución. Más una molestia que nos hace perder el tiempo que llevarnos más rápido a donde queremos llegar. La explicación: en los últimos meses, sin dudas, se dio un fenómeno casi inédito en los últimos años: la Ciudad está tomada por obras de todo tipo, en cada barrio, casi en cada esquina.
¿Cuál es la explicación? Que en diciembre de 2012, bajó la imagen de la gestión en las encuestas que pide Mauricio Macri, entonces, sobre todo en un año electoral -hay elecciones legislativas en octubre- el Gobierno decidió disparar 350 obras simultáneas, diseminadas en casi todos los barrios.
Sin autos
Desde nuevas extensiones de las bicisendas hasta el Metrobús de la 9 de Julio pasando por obras menores de mejoramiento de veredas, no hay barrio que no esté intervenido. Claro que eso sería una buena noticia, sino fuera porque el Gobierno lo hizo de golpe y para mostrar que Macri es un buen gestionador, antes de las elecciones de octubre.
De hecho, muchas de las licitaciones (trámite para contratar las empresas que las hacen) de las obras se lanzaron a fines del año pasado, pero por algun cuestión, su ejecución se atrasó y comenzaron todas en febrero-marzo. A eso se le suma que, por ejemplo, el próximo fin de semana del 30 y 31 de marzo, habrá una nueva carrera de TC 2000 en plena Ciudad.
Mauricio Macri fue claro hace una semanas cuando escribió una carta a los vecinos donde reconocía: “no habrá más calles” pronto, por la creciente venta de autos. Y precisamente, sus funcionarios encargados de tejes las políticas viajes, buscan que cada día los usemos menos, mientras dan créditos muy baratos para comprar bicicletas.
Microcentro
Parte de la molestia de algunos vecinos es que la mayoría de las obras se hacen en Microcentro, el nodo comercial de la Ciudad. Allí hay casi una decena de obras y calles completamente cerradas que conectan con las avenidas principales. ¿Por qué? La idea es que haya menos autos y más peatonales. Es decir, copiar el modelo de la Calle Reconquista en algunos casos pero más que nada, habrá más arterias como Suipacha, con banquitos para sentarse, árboles y la posibilidad de que pasen menos autos y más peatones. Es cierto que eso se ha implementado con éxito en las áreas centrales de ciudades como Madrid, pero llevó años lograr que la gente se acostumbre. Acá, apenas se hizo en los últimos 4 años.
Por lo menos, después de las elecciones de octubre, donde el PRO haría lograría un buen caudal de votos, la mayoría de los funcionarios de las áreas vinculadas a las obras y el transporte, no duda que la obsesión de Macri por intervenir cada esquina de la Ciudad, bajará considerablemente.