Cristina Kirchner encargó un informe sobre la inundación de La Plata a la Facultad de Ingeniería de la Universidad de La Plata, que ya había advertido sobre los riesgos de las lluvias en un trabajo que tuvo en sus manos el intendente local, Pablo Bruera.
La presidenta supo de esa anécdota, relatada por LPO al día siguiente de la inundación, e instruyó al subsecretario de Recursos Hídricos, Edgardo Bortolozzi, a pedir ayuda de los académicos platenses.
Bortolozzi se contactó con Marcos Actis, decano de la Facultad de Ingeniería, y los 16 miembros del Departamento de Hidráulica. La idea de Cristina es que el trabajo esté listo para el 25 de mayo, cuando planea celebrar los 10 años de kirchnerismo con un acto multitudinario en plaza de mayo.
Recién después volverá a meterse con el tema y con los informes en mano, se espera una nueva embestida a Daniel Scioli y Pablo Bruera, a quienes castigó implícitamente en la cadena nacional que dio el jueves, cuando pidió responsabilidad de dirigentes que tienen “altas responsabilidades”.
La inundación de La Plata y la de ese mismo día en Capital Federal golpeó la imagen de Cristina y Scioli, que habría descendido como nunca antes según sondeos que circularon las últimas semanas.
En la provincia ya sienten el rigor de la Casa Rosada y descargan culpas contra el municipio.
El Director de Saneamiento y Obra Hidráulica bonaerense, Mario Schaider, dijo en el Senado bonaerense que Bruera jamás pidió obras para las cuencas del arroyo El Gato, las más desbordadas el 2 de abril.
Shaider aseguró que en los cinco años de gestión, Scioli invirtió más de 100 millones de pesos en tareas de saneamiento en los arroyos de La Plata y la región, trabajos que poco se hicieron notar.
La presión de Cristina no logró que desde la Provincia o la Ciudad descargaran culpas contra su Gobierno por no incluir trabajos hidráulicos en La Plata entre las inversiones en obra pública de su gestión.
Todos estaban advertidos. De hecho, uno de los ingenieros a cargo del trabajo que llegará a la Casa Rosada es Pablo Romanazzi, quien hace cinco años un informe de 450 fojas donde advertía sobre la falta de preparación de la ciudad para una inundación incluso menor a la del 2 de abril, cuando los meteorólogos calculan que hubo una lluvia de entre 300 y 400 milímetros.
En sus primeras declaraciones tras el desastre, Bruera minimizó ese trabajo y se excusó en que una lluvia extraordinaria como la del 2 de abril no tiene forma de ser abordada.
“Bruera no puede decir que esto es un evento irrepetible. Probabilísticametne todo puede ser. La preparación no tiene que estar para lo habitual sino también para lo que desborda. Tampoco es cierto que la ciudad está preparada para 160 milímetros, como dice”, cuestionó Romanazzi a LPO.
“Puedo dar fe de que el informe lo entregué. Le di cuatro copias y después de la inundación de 2008 lo difundimos en todos lados. Hasta habíamos hecho dos audiencias públicas en la Municipalidad”, recordó.
Bruera, además, recibió a Romanazzi en su despacho tras la inundación de febrero de 2008, cuando llovieron 240 milímetros, pero jamás volvió a contactarse para avanzar en trabajos comunes.
En 2010, el titular de la agencia ambiental de La Plata, Sergio Federovisky, visitó el departamento de hidráulica pero cuando vio los proyectos se hizo a un lado: “Está bueno pero yo no tengo presupuesto”, respondió el ex periodista de América.
“Lo increíble es que de las 450 fojas del informe, la mitad son mapas sobre inundaciones y tormentas, que los veníamos diseñando tomando como base la inundación del 27 de enero de 2002. Identificamos muchas zonas de riesgo”, relató el ingeniero. En ninguna de esas zonas se estableció un sistema de alerta específico.
Lo más increíble de los trabajos que hizo la Facultad de Ingeniería de La Plata es que la primera vez que advirtió sobre problemas de desagüe fue en 1989 e hicieron relevamientos los dos años siguientes, justo cuando asumió de intendente Julio Alak, quien se mantuvo hasta 2007 y en toda su gestión ignoró los pronósticos.
“Ya en ese momento los desagües habían quedado superados. Es un horror que no se haya hecho nunca nada. Después monitoreamos entre 1992 y 2002 y le mostramos a la Municipalidad que con obras de muy poco porte se arreglaban desagües pequeños. No había que hacer obras matrices, porque en esa década crecieron ramales secundarios”, recordó.
Toda esa información y el diagnóstico del 2 de abril llegarán a manos de Cristina en un mes. Y la presidenta verá por donde seguir.
Fuente: www.lapoliticaonline.com