La Justicia porteña hizo lugar a una acción de amparo impuesta por un grupo de vecinos del predio de Costanera Sur, que durante los últimos años se instaló como sede de grandes encuentros de música. El fallo impide estos eventos, aunque la medida fue apelada por un grupo de productoras.
El negocio de los recitales volvió a recibir un duro golpe.
A falta de espacios con capacidad suficiente para albergar recitales o eventos multitudinarios en Capital Federal, ahora la Justicia porteña sumó un nuevo inconveniente al sector, y determinó que el predio de la ex Ciudad Deportiva de La Boca –en Costanera Sur, y propiedad de IRSA–, no se podrá utilizar para estos encuentros.
La decisión se tomó luego de que un grupo de cinco vecinos presentara ante la Justicia un recurso de amparo para impedir estos shows ya que, entienden, no respetan las normas de protección del medio ambiente de la Reserva Ecológica, pegada a este predio.
Así, Guillermo Scheibler, titular del juzgado en lo Contencioso Administrativo y Tributario de la Ciudad, hizo lugar a ese planteo y dispuso una medida cautelar que inhabilita a la ex Ciudad Deportiva para la realización de mega eventos.
El primer perjudicado por todo esto será un grupo de productoras que el 21 y 22 de febrero debería realizar en ese lugar el festival de música electrónica “Ultra”. Los organizadores dijeron a El Cronista que “el evento no corre riesgos”, y que la medida había sido apelada.
Si bien el conflicto se desató ahora, lo cierto es que la historia comenzó en noviembre del año pasado, cuando se realizó la última edición de “Creamfields”. Por aquel entonces los vecinos ya habían presentado su pedido ante la Justicia, y durante ese festival se llevaron a cabo estudios de impacto ambiental tanto en la propia Reserva Ecológica como en los edificios cercanos a esa zona, que no resultaron favorables.
El sitio Noticias Urbanas, incluso, sostiene que la resolución judicial también espera la prohibición del Gobierno de la Ciudad de “organizar o autorizar la realización de eventos de concentración masiva que involucre niveles sobre elevados de emisión de sonidos, como recitales o festivales musicales”, dentro de esa zona.
Además, la Justicia considera que estos eventos son perjudiciales “por causar un grave perjuicio a la salud, tranquilidad y seguridad de las familias que habitan en su área de influencia, al afectar la estructura y la estabilidad de los inmuebles como resultado de las vibraciones de los suelos, producto de estar asentados sobre terrenos ganados al río”.
Desde el Gobierno porteño sostuvieron ante El Cronista que respetarán las decisiones que adopte la Justicia.
La gestión de Mauricio Macri, en este sentido, intenta desde el año pasado impulsar la utilización de la “Ciudad Rock”, en el predio en el que durante la década del 80 funcionó el parque de diversiones “Interama”, y que hasta ahora tuvo un uso muy limitado.
La idea oficial es que ese espacio se transforme en “la” sede de los grandes recitales dentro de la Ciudad de Buenos Aires, con el claro objetivo de desincentivar la utilización de espacios como parques –en varias ocasiones se realizan eventos en el Planetario, por ejemplo–, e incluso superficies como los de la ex Ciudad Deportiva.
Por el momento, la idea de levantar allí este sitio no muestra avances importantes, e incluso entre las productoras de espectáculos la idea de llevar sus eventos hasta Villa Soldati lejos está de sus preferencias.
En caso de desaparecer del mapa de los recitales, el predio de IRSA se sumará al Club Ciudad (en Núñez), que durante años funcionó como un espacio abierto para recitales, pero que se dio de baja tras acciones judiciales interpuestas por vecinos.
Para la Justicia, la realización de los mega eventos repercuten en forma negativa en la zona.
Fuente: El Cronista
