Cuando no existen controles o no se cumplen los requisitos formales de una obra edilicia, las secuelas pueden ser trágicas. En muchos casos registrados en la ciudad de Buenos Aires las principales víctimas fueron los obreros que trabajan en ellas o algún vecino, como sucedió en el emblemático derrumbe del gimnasio en Villa Urquiza, en 2010 donde murieron tres personas y hubo 11 heridos. Pero existen otras anomalías menores en los procesos de construcción o refacción que, sin llegar a provocar consecuencias tan graves, generan problemas.
Se trata de las modificaciones que los propietarios de casas o departamentos hacen por su cuenta sin solicitar la autorización correspondiente. Por desconocimiento u omisión de la reglamentación, avanzan hasta que una denuncia por ruidos molestos -a través de la línea telefónica 147-, o una inspección, termina con una faja de clausura.
En lo que va del año, la Agencia Gubernamental de Control (AGC) realizó 344 clausuras de obras de pequeña envergadura, y 447 en grandes construcciones en las que se encontraron irregularidades, como por ejemplo, no contar con la autorización de la Dirección General de Registro de Obras y Catastro (DGROC). Representa casi cinco obras clausuradas por día.
Ascensores, en la mira de los inspectores
Además, en el mismo período se registraron 7500 denuncias referidas a construcciones, la primera herramienta que tiene la Ciudad para detectar la ilegalidad.
De todas las clausuras referidas a obras, pequeñas o de gran tamaño, el 61% de los casos se debieron a construcciones avanzadas sin el permiso correspondiente. Luego le siguen las obras sin protección a edificios linderos o a la vía pública (25%) y obras sin cartel del permiso exhibido (10%), entre las faltas más importantes.
La tendencia se mantiene en alza desde el año pasado, que cerró con una cifra elevada: durante 2016 la AGC registró 1985 clausuras en total (poco más de cinco por día), de las cuales 1141 correspondieron a grandes obras y 844 a las que tuvieron que ver con modificaciones en unidades habitacionales.
“Declarar las obras, aunque sean de poca envergadura, es asumir un compromiso por la seguridad propia y de los vecinos”, opinó el titular de la AGC, Ricardo Pedace. “Es importante que los vecinos se informen y pidan los permisos necesarios para hacer las reformas en sus casas, con un profesional idóneo. Al mismo tiempo, deben denunciar cualquier irregularidad en el 147 para poder reducir los riesgos”, agregó.
Aunque la gran cantidad de clausuras se producen a raíz de reclamos vecinales, hay quienes prefieren evitar la denuncia pese a que sufren las consecuencias de una obra lindera. “Se rajó la pared de quincho de la terraza cuando mi vecino construyó una parrilla. Fueron varios días de ruido y golpes que terminaron rompiendo la pared de la medianera. Lo arreglé llamando a la arquitecta, no quiero entrar en problemas”, admitió Mariano Lombardo, de Villa Urquiza, que vive en un complejo de PH.
Diferencias
Desde la AGC explicaron que existen dos tipos de obras: las de ampliación o modificación de edificios de propiedad horizontal terminados y librados al uso; y las que se encuentran en ejecución con registro otorgado por la Dgroc. Las obras registradas deben exhibir el permiso en la fachada incluyendo el nombre del profesional responsable y los datos de las empresas de demolición y de excavación.
La mayor problemática que encuentran los inspectores de la AGC son los casos relacionados con obras clandestinas de ampliación o modificación en edificios de propiedad horizontal, casas o PH. “Las denuncias llegan a través de la línea 147 o de la página web del gobierno porteño (gestioncolaborativa.buenosaires.gob.ar). El organismo recomienda que al realizarse el reclamo se brinde la dirección de la obra que se está denunciando lo más exacta posible y que ante cualquier duda o irregularidad, se denuncie”, indicaron desde la AGC.
Cuando se corrobora la ilegalidad de una obra de refacción o remodelación de un departamento, casa o PH se clausura y se intima a los responsables a paralizarla hasta regularizar la situación. Para ello, se necesita de la autorización de todos los copropietarios del edificio o complejo habitacional.
Toda obra nueva o de ampliación necesita contar con el permiso otorgado por la Dgroc, presentando toda la documentación necesaria en la mesa de entradas de Finochietto 435, aunque la gestión puede iniciarse online a través de la web del gobierno porteño.
Para agilizar el trámite la AGC puso en marcha, hace un año, el Portal Director de Obra (directordeobra.agcontrol.gob.ar) que les permite a los profesionales que ejercen como directores de obra llevar su propio control de los trámites. Este sitio contiene toda la documentación y los pedidos de las inspecciones necesarias en cada etapa del proyecto. Sin embargo, no todos lo cumplen.
9/8/2010
Un derrumbe trágico que dejó tres muertos
El 9 de agosto de 2010 se desplomó el gimnasio Orion, en Mendoza al 5030, en Villa Urquiza, donde tres personas murieron y otras 11 resultaron heridas. Las pericias realizadas por personal de Bomberos determinaron que no se habían tomado las medidas adecuadas en la obra lindera, y que también habían fallado los controles por parte de las autoridades porteñas.
Fuente: La Nación