EL ministro de Justicia y Seguridad porteño, hombre de confianza de Daniel Angelici, intentó sin éxito descargar responsabilidades en las fuerzas federales. De apuro, Santilli se hará cargo del área a días del G-20.
Triturado por la interna tras el fallido operativo de seguridad que terminó con la suspensión de la final de la Copa Libertadores, renunció el ministro de Seguridad porteño, Martín Ocampo, quien estaba de licencia como jefe de los fiscales porteños. El funcionario intentó sin éxito descargar responsabilidades en las fuerzas federales que participaron del operativo, que responden a Patricia Bullrich. El presidente Mauricio Macri zanjó esa discusión en favor de su ministra. En su lugar, y a escasos días de la cumbre del G20, asumirá de apuro Diego Santilli, que será a la vez vicejefe de Gobierno y Ministro de Justicia y Seguridad. El secretario de Seguridad, Marcelo D’Alessandro, fue confirmado en el cargo.
Bullrich y Ocampo habían pasado el fin de semana echándose la culpa por el fracaso del operativo. Desde la Ciudad indicaban que los hechos ocurrieron en el Anillo 3 de seguridad, que correspondía a Prefectura, una fuerza que reporta a la ministra. Luego de una conversación con el presidente, Larreta salió a asumir toda la responsabilidad de lo ocurrido. Fue el comienzo del fin para Ocampo, quien había sido ratificado hacía menos de 24 horas por Larreta. En el medio, algo cambió.
Además de Macri, ayer el jefe de Gabinete, Marcos Peña, se ocupó de volver a culpar a los funcionarios porteños por el fallido operativo: “La responsabilidad es de la Ciudad, pero nosotros somos parte del mismo equipo”, sostuvo el ministro coordinador.
Antes de la decisión de la renuncia, el secretario de Seguridad D’Alessandro intentó bajar el tono de la interna. Dijo que “no es cuestión de caer o apuntar a alguien en particular, nos hacemos responsables”, enfatizó D´Alessandro, quien señaló que en el lugar donde fue atacado el micro que trasladaba a los jugadores de Boca Juniors “no se contuvo” a personas que se concentraban en una esquina y se vio “excedida” la seguridad.
Más tarde, se conoció la renuncia del Ocampo, el abogado favorito del presidente de Boca Angelici, quien es padrino de uno de sus hijos. Ocampo fue legislador porteño, lugar desde donde defendió frontalmente a Macri ante las acusaciones de espionaje ilegal y frente a una comisión investigadora en el que se buscó impulsar su juicio político. Recibido en la Universidad Austral, radical de origen, Ocampo no dudó en usar todos los artilugios para defender a su líder político, que ahora consiguió sacarlo de su cargo. Se comportó como un verdadero soldado.
Luego, Ocampo asumió como fiscal general de la Ciudad, desde donde impulsó las políticas del macrismo contra la venta callejera. Con Larreta, se pidió licencia como jefe de los fiscales y asumió como ministro de Justicia y Seguridad, cargo en el que duró casi tres años en los que estuvo en disputa con Patricia Bullrich por el control de las manifestaciones: Bullrich siempre le exigía más represión.
“Algún fusil tenía que saltar”, justificaban la decisión en el Gobierno porteño, en donde la mayoría interpretaba la salida de Ocampo como una victoria de Bullrich. “Tuvo que renunciar producto de las presiones”, dejaban en claro en Parque Patricios. No obstante, si Ocampo mantenía una línea distinta a la de la ministra de Seguridad no era solo por voluntad propia: representaba la decisión de Larreta de no ser la primera línea de choque en los enfrentamientos con manifestantes, lo que podría representar un obstáculo en su carrera política (todos saben: Larreta sueña con la presidencia). El futuro de Ocampo no está escrito: como está de licencia en la fiscalía general, podría volver a dirigir ese poder del Estado porteño, que hasta ahora seguía conduciendo interinamente Luis Cevasco. En su entorno, no respondieron si piensa volver a ese cargo.
Con Santilli —un dirigente importante dentro de Cambiemos— ocupando ese ministerio a la vez que sigue como vicejefe la ministra de Seguridad tendrá un contrapeso a la hora de discutir y presionar a la Ciudad.
Larreta encabezó una segunda conferencia de prensa en la que indicó: “Acepté la renuncia de Ocampo. Le agradezco el compromiso de todos estos años”. Hizo una valoración positiva de su gestión y no dio los motivos de su renuncia.
“El máximo responsable político del Gobierno, Diego Santilli, va a asumir el cargo como ministro de Seguridad”, afirmó el jefe de Gobierno. Indicó que las funciones que ocupaba como jefe de Gobierno va a quedar a cargo de otro funcionario, el secretario de Desarrollo Ciudadano, Matias López. “Ratifico mi vocación de seguir a fondo en la lucha contra las barrabravas. Veo con buenos ojos que la Justicia esté investigando. La Justicia tiene que ir a fondo”, señaló Larreta, quien dijo que veía con buenos ojos la iniciativa contra la violencia en el deporte en el Congreso. “Me parece buena la decisión del presidente de insistir en extraordinarias con una ley contra las barras”, insistió Larreta. Por su parte, Santilli indicó: “Ratificamos el plan integral de la seguridad. Para nosotros el plan integral de seguridad es nuestra principal preocupación”.
Fuente: Página 12